Mística y muerte

En el post de hoy nos adentraremos en territorios místicos que es un tema que personalmente me encanta. Y para beber en fuentes místicas tenemos que absorber las ideas de las culturas orientales.

Occidente, cuna de la civilización como nos gusta decir con los clásicos griegos exploró la física y la metafísica, la ética, la política e incluso el ser, pero no profundizó en el conocimiento último de una persona que sabe que se va a morir y la relación entre la vida y la muerte.

Mucho antes de que Platón en su teoría de la caverna dijera que las ideas eran innatas, es decir, que las teníamos dentro de nosotros y lo único que había que descubrir era como retirar ese velo para acceder a dichas ideas, Siddharta Gautama, ya había alcanzado la iluminación y se había convertido en un Buda.

Podríamos decir que la cultura occidental nos enseñó a pensar y la cultura oriental nos enseñó a sentir. Si queremos tener una vida más plena, tenemos que ejercitar tanto la mente como el corazón, deberíamos beber de las dos fuentes, las dos son complementarias…. Como decía Aristóteles, en el término medio está la virtud.

Y una enseñanza básica que se enseña en todas las escuelas místicas, la única verdad inmutable que existe, es la realidad de nuestra muerte. Y aunque intelectualmente es algo que conocemos, inconscientemente no lo tenemos asumido. Asumir tamaña verdad nos causa verdadero pánico, saca al exterior nuestro miedo más primitivo y nos paraliza, pero si de verdad queremos vivir a la altura de nuestros deseos, debemos aprender a soltar ese miedo. Saber que nada es permanente, piedra angular del Tao, que incluso nosotros mismos estamos de paso, nos libera para llevar una vida más ajustada a nuestras expectativas, menos anclada a nuestros miedos.

Imagina que te dicen que mañana vas a morir….. ¿ qué es lo primero que harías ahora ?….. Pues ponte con ello, no esperes más…

¡¡ YA !!

Un comentario sobre “Mística y muerte

  1. La muerte es algo de lo que no se suele hablar; no tenemos cultura de muerte y a mi me parece muy liberador hablar de ello con normalidad y prepararse para ella.

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